NO FERIAS TAURINAS

Todos sabemos que detrás de las corridas de toros no hay arte ni gaitas; lo que hay es puro negocio. Luego, si conseguimos erosionar suficientemente el pilar del dinero que soporta toda la estructura, el edificio completo se vendrá abajo.
Las principales fuentes de ingreso de esta industria son: la taquilla, las subvenciones oficiales y las retransmisiones televisadas. Para quitarles la taquilla hay que cambiar la mentalidad de un importante número de individuos (muy difícil), para quitarles las subvenciones hay que convencer a los políticos (podría ser, pero más adelante) y para quitarles las retransmisiones... si lo consiguiésemos habríamos ganado una importante batalla en esta guerra.
Las televisiones dependen de la publicidad; sobre todo las privadas. Si consiguiésemos que no hubiese anuncios a las horas en las que se retransmiten corridas, estas dejarían de ser rentables y las quitarían de la programación. Las empresas se anuncian para vender sus productos, no para ayudar a los taurinos; y les da lo mismo anunciarse junto a una retransmisión taurina que junto a otra cosa; así que si ven que anunciándose van a tener más desventajas que ventajas no dudarán en dar orden para cambiar de horario, de día o de cadena. Y así, si los anunciantes se van, las televisiones pierden dinero con las retransmisiones taurinas; y si no hay retransmisiones taurinas, se acabó una importante entrada de dinero para los toreros.
La clave está en convencer a las empresas para que retiren sus anuncios de los minutos previos, posteriores e intermedios de las retransmisiones taurinas. En eso hemos estado trabajando este verano.